Para
gustos los colores, y a mi cuñi claramente le va el verde.
Este
loco apasionado para las ranas, se merecía una tarta en condiciones. Chocolate
sobre chocolate y recubierto de chocolate, como manda la ley ;) ¡Una bomba en
forma de charca!
La
tarta la encargó mi cuñada, y dio en el clavo. Las ranitas representaban a su “minifamilia”
y todavía hoy, decoran su salón.
Gracias
por el encargo y por estar ahí siempre. CROAC!
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